Ya no estoy para calmar tus
noches de miedo.
No puedo ofrecerte un pañuelo
para limpiar tu boca de helado.
No estoy ahí para cuidar tus
hábitos alimenticios, ni para saber si las labores de aseo se hicieron
correctamente.
La distancia física me evita
mirar tus necesidades de frente, por lo que el suplirlas cae en una inevitable
postergación.
No te puedo bañar al amanecer, ni
cubrir al dormir.
No hay sábados seguidos de cine o
de mar.
Mi saber prisionero está por las
circunstancias, evitando así llevar tu potencial al máximo.
Eres mi mayor alegría y esta
ausencia mi fuerte tragedia.
Solo me queda cubrir el vacío de
la distancia con amor.
Gustavo Osorio Vizcaíno
Twitter: @psicopolitico
No hay comentarios:
Publicar un comentario