viernes, 29 de abril de 2016

Mi Hoja De Vida

Psi. Gustavo Osorio Vizcaíno

Psicólogo.

10 años de experiencia en psicología Clínica.
Experiencia Clínica:

Hospital Universitario CARI ESE Barranquilla.
Psicólogo Consulta externa:  Niños, Adolescentes, adultos. Trastornos del desarrollo, trastornos afectivos.
Hospitalización: unidad de cuidados especiales (UCE) Psiquiátrica. UCI, Cuidados Paliativos, Medicina Interna

Hospital Mental Filandia Quindio
Psicólogo Consulta externa:  Niños, Adolescentes, adultos. Trastornos del desarrollo, trastornos afectivos. Farmacodependencia
Hospitalización:Programa Farmacodependencia

Conferencista Socialización Nuevo Modelo De Atención Primaria En salud

Cofundador Red Prevención Suicidio Atlántico.

Invitado diversos programas radiales Televisivos.


Otras experiencias:
Secretaría De Salud Oficina De Salud Pública. Barranquilla.
Secretaría Integración Social. Bogota
Secretaría De Gobierno. Bogota.

domingo, 3 de abril de 2016

IN-DECISIÓN

Feliz, gozaba de la paz en el infinito regocijo que da el mar. Sólo, sin fiestas, sin amigos, sólo con mi espíritu, con mi consciencia, con mi meditación. Hasta que ella irrumpió en escena justo a la orilla. Caminaba imponente con su cara de pocos amigos, me miró con desconfianza y siguió su camino. Volvió cuando el día moría y se alejó buscando ruta a la ciudad. Al poco tiempo me vestí y seguí su sendero.
La vi asomada en la ventana de un bus, me le acerque, me presenté, traté de  de hacer empatía, y le entregué mi tarjeta. Dispuesto a dejar que se fuera el bus me alejé, fui a una cabina telefónica, al ver que mi siguiente plan estaba condenado al fracaso, corrí a tomar el bus, ya había arrancado y corría con todas mis fuerzas a alcanzarlo. En medio de la carrera, el mundo se detuvo y me mostró la nefasta ventana al futuro, vi la convivencia perversa, como se volvía un erizo cuando quería querer y como uno a uno su familia sentía repulsión por ella y se alejaba, vi como me maltrataba física y emocionalmente, vi como mi alma emprendedora en 4 años se marchitaba. Entonces decidí parar, y dejar que ni futuro nefasto se fuera en ese bus.
De pronto a mi espalda un escalofriante y penetrante  viento me alertó. Mi futura y hermosa hija a sus 5 años flotaba siendo succionada lentamente por una especie de agujero negro. Traté de extender mi brazo pero por centímetro no la alcancé, no podía avanzar a donde ella estaba sólo podía caminar en dirección al bus y sólo así podría salvar su existencia. Sin embargo decidí seguir extendiendo mi brazo aún cuando estaba más lejos de mí y más cerca de ese agujero de la perdición, mi niña trataba de extender su vida gritándome con angustia "papi papi papi!" con sus grandes ojos avellana mirándome inundados en lágrimas de desespero y dolor profundo del alma. Volteo nuevamente al bus y ahí está, esperándome, dándome una segunda oportunidad.  Mi hija, la que sufriría mis situaciones de angustias, la que alejarían de mi, la que maltratarían a placer sólo para hacerme sufrir, mí hija, bella inteligente, excepcional en todos los sentido, traumada injustamente, mi felicidad en medio de las tormentas insensatas de la vida.
Volteo al bus, pienso en esa mujer, la mujer que me enloquecería de dolor, la mujer que acabaría con  mi paz y la de mi familia. Esa mujer, el peor error de mi vida, la peor decisión, tomar ese bus.
Si no ocurre lo olvidaré me gritaba con desespero - es lógico que así será. El viento se hizo más denso y escuché el último grito de angustia de mi amada no nacida y como se perdía su penetrante mirada en medio de una densa oscuridad.
El bus se alejó a una distancia inalcanzable para mí. No olvidé caí de rodillas en medio de la plaza central de puerto Colombia lloré desgarradoramente  la pérdida de mi única y verdadera felicidad infinita: Mi amor como padre.