jueves, 29 de octubre de 2015

SOBRE FRAUDES ELECTORALES Y OTROS DEMONIOS

(Articulo publicado antes de elecciones de 2014 con mas de 1.000 lectores en su momento, y vetado en uno de los grandes medios virtuales del país)


Mucho se habló en las pasadas elecciones parlamentarias de fraude, principalmente por la denuncia que el grupo Centro Democrático hizo contra el gobierno por el supuesto detrimento de sus votos en contraposición al repunte del partido con que el presidente se hizo elegir en 2010, el partido de la U. En el inconsciente colectivo los Colombianos concebimos como el culpable de los fraude al que ostente el poder en el momento, es decir los ya elegidos, tanto como el huésped de la Casa De Nariño, como el elegido en cualquier corporación publica del orden local y nacional; muchas veces olvidando los poderes que se esconden detrás del poder político.
De toda la tradición fraudulenta de la cual nuestra herida y casi moribunda democracia ha sido víctima, resalto en esta ocasión aquella que se dio en las elecciones parlamentarias del 2002, donde Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40 en contubernio con Enrique Osorio de la Rosa y Rafael García. García ex jefe de informática del DAS diseñó un software para manipular las elecciones, sumando también al rompecabezas de la trampa la  ayuda de testigos electorales comprados en considerado número de municipios. Esto beneficiando a diversos candidatos a Cámara y Senado, quienes a su vez apoyaron a Álvaro Uribe Vélez la primera ocasión que se hizo elegir Presidente De La República. Por supuesto el concierto para delinquir de Jorge 40. Osorio De La Rosa y García apoyó dicha campaña presidencial, los 2 últimos como activistas casi de Comando Político y cuyo puente para llegar allí fue el hoy ex congresista  José Gamarra. Una gran mayoría de los implicados y de todo el andamiaje de la llamada parapolítica, la inmensa mayoría de los implicados y condenaros, apoyaron con sus votos la primera campaña Uribe Presidente. Álvaro Uribe no era presidente y hubo un fraude comprobado a su favor, como ha ocurrido con otros candidatos presidenciales, pero como aquí en Colombia cada vez que alguien llega a la primera magistratura del país con una campaña de comportamiento sospechoso en lo legal y lo moral, ocurre “SIEMPRE” a las espaldas de candidato, por lo que La Comisión De Acusaciones nunca se ha podido estrenar declarando culpable a un presidente mal electo.
Así, el fraude no siempre viene del establishment como ordena nuestras ideas preconcebidas, el poder del dinero, las mafias del narcotráfico y políticas, los poderes armados que aun prevalecen en nuestro país, pueden desviar el cauce de la voluntad del pueblo en su contra aun estando fuera, o parcialmente fuera, del poder  estatal. Esta es una triste realidad que debemos tener en cuenta a la hora de hacer análisis de los hechos desafortunados que ocurren antes durante y después de un escrutinio, ya la justicia que ciega y lenta a veces llega en nuestro país, mostrará, como en una ocasión lo hizo, lo que no nos enteramos el día electoral.
                         

Twitter: @psicopolitico

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